En mis talleres de escritura hubo quienes:
—se dieron cuenta de que les encantaba escribir
—aprendieron algo
—empezaron a escribir sus libros de cuentos o novelas
—comprendieron que escribir era muy difícil
—pegaron buena onda
—no se engancharon y abandonaron
—se rieron bastante
—crearon grupos de wasap en los que no me incluyeron
—descubrieron el placer que genera la escritura
—se disciplinaron
—se hicieron amig@s
—conocieron nuevos autores
—encontraron en la escritura una suerte de terapia
—salieron a comer
—generaron proyectos
—descubrieron que ya sabían escribir
—se pusieron de novios
—se conocieron más a sí mismos
—lloraron un poco
—me enseñaron cosas
—terminaron de escribir sus libros de cuentos y sus novelas
—no escribieron demasiado pero disfrutaron de leer
—comprendieron que escribir era bastante fácil
—aprendieron a leer de una manera diferente
—descubrieron la magia y el poder de la ficción
—se sorprendieron al ser leídos e interpretados por otros
—se dieron cuenta de que no les gustaba escribir
—me invitaron a asados
—no duraron más de dos encuentros
—se hicieron amantes
—fantasearon con grandes proyectos
—se pusieron a trabajar juntos
—se convirtieron en mis amigos
—publicaron sus libros de cuentos y sus novelas
—etc. etc. etc.
Si querés experimentar alguna o algunas de esas cosas o agregar ítems a la lista, te invito a sumarte a los dos grupos de mi taller de escritura 2025 que empiezan en abril (por zoom):
Un grupo será los martes a las 19 hs.
y el otro los sábados a las 11 hs.
Desde cualquier lugar vení a escribir, a compartir lo que escribís, a leer a otros y a encontrar herramientas e incentivos para seguir escribiendo más y mejor.
La inversión es de solo 40000 pesos por mes.
Inscribite o pedime informes respondiendo a este mail o a ignaciomolina22@gmail.com
O recomendáselo a quien creas que pueda llegar a interesarle.
SOBRE MÍ:
Me llamo Ignacio Molina. Nací en Bahía Blanca en 1976 y empecé a escribir en mi pubertad. En la adolescencia me mudé a Buenos Aires y por entonces soñaba, entre otras cosas, con dar talleres literarios. Pero la timidez me hacía verlo como una utopía. Recién en 2012 me animé a intentarlo y fue una de las mejores decisiones de mi vida. Desde entonces coordino talleres que son hermosos espacios de creación en los que conocí a decenas o cientos de personas de las que aprendí muchísimo y a las que les pude enseñar y transmitir cosas que ni sabía que sabía (¡y además, al menos en la superficie, perdí la timidez!).
Antes y después de aquella decisión escribí y publiqué novelas y libros de cuentos como Los estantes vacíos, Los modos de ganarse la vida, Los puentes magnéticos, El cuarto deseo, Todos los minutos para vos, Hogar es un signo de pregunta y Nueve versiones de Borges, entre otros. También fundé una pequeña editorial y trabajo en otras editoriales como editor, corrector y prologuista. Y periódicamente escribo en mi blog—newsletter Sinestesia Salvaje.
Hoy sigo creyendo en los talleres como lugares preciosos para leer, escribir, compartir y descubrir. Si te dan ganas de sumarte, estás invitad@.